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Gastronomía

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Pero Riaza no es sólo un conjunto histórico artístico repleto de rincones inolvidables, monumentos y paisaje. Es también un lugar donde la gastronomía, rica y variada, completa su oferta turística y de ocio. Aunque el plato por antonomasia de sus fogones es el cordero asado al estilo segoviano (con agua y sal) en horno de leña, hay que destacar la destreza de sus diferentes cocineros a la hora de elaborar el famoso cochinillo segoviano o las tradicionales carnes a la brasa, pescados (la trucha quizá sea el pescado más empleado seguido del congrio), o platos más creativos e innovadores.

Lugar especial ocupan sus postres: amarguillos (elaborados siguiendo una receta riazana), tortas de chicharrones, tortas sobadas y un sin fin de especialidades con las que sorprender a los golosos. Pero ¿qué mejor que un pequeño resumen de la gastronomía típica de cada época del año con el que poder constatar el gran número de platos típicos? Por Navidad es tradicional el pollo de corral y las castañas cocidas con anises o asadas en la lumbre, el besugo, el cordero asado… y productos derivados del cerdo, ya que por estas fechas se realizaban las "matanzas".

En San Blas son tradicionales la caldereta de bacalao y la careta de cerdo asada, que es adobada y secada para luego ser cocida la víspera de la fiesta. En Semana Santa es obligado degustar la torta sobada, las torrijas y la limonada (hecha con vino clarete de la Ribera del Duero, azúcar, canela y cáscaras de limón, dejado todo dos días en un recipiente al aire libre antes de ser embotellado y degustado).

Antaño y ahora se siguen comiendo tacos de bacalao seco, rebozados con harina y fritos en aceite. San Gregorio, santo de gran devoción en la Villa, trae consigo la habitual caldereta de bacalao, con un aperitivo de morcilla y chorizo, regados todo ello con un buen vino o bebida refrescante, que se reparte entre aquellos que vienen a disfrutar de la fiesta. Se subastan la fruta, las rosquillas y las tortas de San Isidro que, durante todo el día, han ido adornando la yunta de bueyes de San Isidro. La noche del 23 de junio es la noche de San Juan.

En torno a las hogueras de esa noche los vecinos, en animada conversación, toman el tradicional chocolate con bizcochos y limonada. En las romerías de Hontanares (tanto en la de mayo como en las de septiembre) es típico quedarse a comer en ese magnífico enclave para comer tortilla de patatas, chuletas de cordero a la parrilla, caldereta de bacalao y comida en fiambre.

Durante la semana de las Fiestas Patronales es habitual degustar la especialidad de estas tierras: el cordero asado. Es tradición el jueves de fiestas preparar una caldereta popular con carne de novillo de lidia. Antaño se hacía limonada y se llevaba en botas de vino con capacidad para varios litros para consumo propio de la peña y de sus amigos.