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EUCARISTÍA PARA REINAUGURAR LA IGLESIA DE BECERRIL

Becerril, un pueblecito enclavado en el corazón de la Sierra de Ayllón, municipio en la actualidad dependiente de Riaza, vivió ayer uno de sus más anhelados deseos.

Becerril, un pueblecito enclavado en el corazón de la Sierra de Ayllón, municipio en la actualidad dependiente de Riaza, vivió ayer uno de sus más anhelados deseos.

Tras varios años viendo como su iglesia se deterioraba paulatinamente llegando a un estado peligroso derivado de la mala conservación de su cubierta, la Asociación de vecinos con esfuerzo y tesón se puso manos a la obra para que su iglesia, signo de unidad vecinal y cristiana no quedase relegada a escombros y que una joya tan importante se perdiese. Así y a través de burocracia y un sinfín de suplicas y papeleos se llegó a ayer a culminar una obra necesaria y urgente y se pudo ver de nuevo en todo su esplendor la iglesia de Becerril, dejando al descubierto vigas y parte del antiguo artesonado policromado, viendo como su cubierta lucía impecable y como sus campanas avisaban a los congregados entorno a su portada.

Para tal ocasión se desplazó hasta la pedanía de Riaza el Obispo de Segovia, D. Ángel, que junto al párroco titular de Riaza, Florentino, celebró la eucaristía siendo cercano al pueblo, trasmitiendo su orgullo por los vecinos que han hecho posible la recuperación de su iglesia.

Hasta becerril se desplazaron vecinos de otros pueblos cercanos, representando el sentimiento de unidad de los pueblos de la Sierra de Ayllón, así mismo vecinos y autoridades de Riaza que quisieron acompañarlos en un momento tan esperado.

Cabe destacar que la obra se ha llevado a cabo no sólo por el afán de los vecinos de Becerril sino a su importante aportación económica que asciende a casi el 80% del coste de la obra, invirtiendo en la misma el Ayuntamiento de Riaza y el Obispado de Segovia.

Tras la celebración en Becerril, D. Ángel junto al párroco de Riaza se desplazaron a la pedanía de El Muyo para ver in situ el estado de su iglesia y su cubierta que lamentablemente ha sufrido desprendimientos y muestra síntomas claros de peligro, con el fin de que se tomase verdadera conciencia y magnitud de la situación, mostrando nuestro Obispo su pesar y deseo de inmediato arreglo, mostrando a su vez los vecinos de esta pedanía y el Alcalde de Riaza su disposición para en conjunto restaurarla y llegar un día cercano a una celebración similar a la vivida en ese día a pocos kilómetros de allí.

La historia hace que seamos hoy parte de lo que somos, citando palabras del Obispo,  por lo tanto estos actos de recuperación y cuidado de nuestra más arraigada historia son uno de los gestos más importantes que nos afianzan la condición humana.