Nieve de excelente calidad y sol. Dos condiciones indispensables para disfrutar de la práctica del esquí que ayer se dieron en La Pinilla. Los dos aparcamientos situados a mayor altitud, completos durante toda la jornada, confirmaban que un elevado número de esquiadores había elegido la estación segoviana, ubicada en término de Cerezo de Arriba. Entre ayer y hoy, previsiblemente, por sus pistas se deslicen cerca de 4.000 amantes del deporte de la nieve. El director de La Pinilla, Ángel González Pieras, aunque pendiente de mil y una cosas, estaba satisfecho. Bastante satisfecho. "Las cosas están saliendo razonablemente bien esta temporada", decía.
Un año después de ser nombrado máximo responsable de la estación, González Pieras se sinceró ayer con El Adelantado. "Me he encontrado un espacio esquiable mucho mejor de lo que yo esperaba", aseguraba. A renglón seguido, ensalzaba a sus trabajadores. "Solo puedo hablar bien de ellos, tanto por su cualificación como por su dedicación".
A su juicio, la "clave" de la temporada está siendo la nieve artificial. "Con los 23 centímetros que han caído desde noviembre, hoy difícilmente estaríamos abiertos si no fuera por la nieve artificial", sostiene González Pieras. El año pasado, el consejo de administración de la sociedad, en el que figura toda la corporación de Riaza, aprobó la adquisición de 35 cañones de nieve artificial. Según González Pieras, la apuesta ha sido "un éxito". Ahora, La Pinilla tiene "una importante reserva de nieve" (en algunos puntos, el grosor ronda los 180 centímetros). "Somos optimistas", remata el director de la estación, quien previamente explica que la nieve artificial, al tener doble densidad que la natural, resulta más resistente a las inclemencias del tiempo.
Aunque la campaña 2011-2012 arrancó "de forma horrorosa", con el mes de febrero se ha conseguido remontar el vuelo. De hecho, ayer González Pieras aseguró, sin dar cifras exactas, que la suma de los ingresos en lo que va de temporada ya ha sobrepasado a la totalidad de la campaña 2010-2011. Y eso, teniendo en cuenta que, si se cumplen las previsiones, la estación permanecerá abierta esta campaña todavía otros cuarenta días, hasta el Domingo de Resurrección. En cuanto al número de esquiadores, también se está registrando un incremento sobre el ejercicio precedente.
Más allá de datos de facturación y de público, González Pieras quería ayer insistir en la reducción de costes que ha emprendido La Pinilla, traducido en un ahorro de unos 100.000 euros. "Y sin expedientes de regulación de empleo", advertía el director. La fórmula para lograr el recorte de gastos ha sido bajar la potencia contratada, de 2.400 a 1.800 kilovatios, y minimizar el consumo de energía de los cañones de nieve artificial. "El nuevo sistema —sostiene González Pieras— es mucho más eficiente; no solamente consumimos menos energía sino que encima producimos más nieve". Si antes La Pinilla utilizaba para hacer nieve cuatro compresores, ahora solo requiere de uno.
De cara a la próxima campaña, González Pieras defiende que la estación "debe seguir invirtiendo en nieve y en la montaña". Y ello, sin olvidar un mercado emergente, el de los que acuden a La Pinilla con sus bicicletas, que encontrarán "muchas novedades" en sus pistas a partir de verano.

Cerezo: "La meta, atraer más grupos".- El alcalde de Riaza, Benjamín Cerezo, que ayer reconocía que La Pinilla "está ahora funcionando gracias a la nieve artificial", se mostró "satisfecho" por la elevada afluencia de público, que está en las últimas semanas optando por la estación segoviana en detrimento de otras con menos nieve. En cualquier caso, para Cerezo lo más importante ahora es "captar nuevos grupos y recuperar a los vinieron alguna vez y dejaron de hacerlo".

Fuente de la noticia: El Adelantado de Segovia