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Actualidad municipal

La Residencia de Ancianos celebra el día del residente

El pasado sábado 6 de julio se llevó a cabo un evento muy especial en la residencia de Ancianos de Riaza. Se celebraba el día del residente, una jornada cargada de emotividad y sorpresas para los ancianos, los trabajadores y los miembros del Patronato de la Fundación Residencia de Ancianos Rovira Tarazona.

El pasado sábado 6 de julio se llevó a cabo un evento muy especial en la residencia de Ancianos de Riaza.

Se celebraba el día del residente, una jornada cargada de emotividad y sorpresas para los ancianos, los trabajadores y los miembros del Patronato de la Fundación Residencia de Ancianos Rovira Tarazona.

La jornada se llevaba preparando meses atrás, deseando que ese día fuese especial para todos, estaba prevista una paella en los jardines de la residencia donde residentes y sus familiares estaban invitados, así como trabajadores del centro, autoridades y asociaciones de Riaza. Se comenzó temprano, poco a poco los jardines provistos de carpas y toldos para hacer la estancia más agradable puesto que el calor era intenso, fueron llenándose de bullicio, los residentes aguardaban a sus familiares con amplias sonrisas en sus rostros, éstos llegaban y las conversaciones y la armonía fueron avanzando a lo largo de la mañana.

Un aperitivo precedía a uno de los platos fuertes de la jornada, el descubrimiento de un monolito con varias placas en honor a tres residentes que con un desprendido gesto han donado a la Fundación bienes personales con el fin de que los beneficios que se obtengan de los mismos redunden en la mejora de la residencia, sus instalaciones y en definitiva en la calidad de vida de los ancianos. Las placas eran descubiertas con ayuda de los trabajadores, director y miembros del patronato, por Carmen Esteban Guijarro y Manuel Sanz Ortega, mostrando así las tres placas con el nombre y reconocimiento a estos benefactores, Carmen , Manuel y Córdula Sanz, ya fallecida, acompañados por los acordes de la Charanga Los Soplaos de Riaza.

Se pasó así al reparto de la paella que se degustó animadamente, dando paso a la música y al baile, momento en que se repartieron detalles hechos a mano por los residentes como recuerdo de un día tan especial.

Agradecer a estas tres personas el bonito y altruista gesto para sus convecinos en un momento tan difícil para las personas mayores, un momento en que las personas necesitan de más apoyo, cuidados y ayuda, un momento en que tras los años vividos llegan años de merecido descanso y disfrute.