En una de sus dos partes, concretamente en la más pequeña, quedan situados infinidad de columpios para el deleite de los más pequeños.

En la porción más grande de Rasero, al este de la anterior, destaca la presencia de dieciocho cruces de piedra que, por él repartidas, sirven para hacer el Vía Crucis en las mañanas de Viernes Santo. La más antigua data del año 1.550 y la más moderna de la actualidad, al sustituir a otra que estaba destruida.